San Telmo es uno de los barrios más antiguos y tradicionales de Buenos Aires y su historia se remonta al siglo XVII con la construcción de la Iglesia de Nuestra Señora de Belén y la actividad portuaria. San Telmo fue habitado por las familias patricias tradicionales de Buenos Aires hasta que la epidemia de fiebre amarilla del 1871 los forzó a mudarse al norte de la ciudad. De esta manera se comenzó a alquilar estos departamentos a los inmigrantes europeos que llegaban en grandes cantidades. Estos inmigrantes se instalaban en los famosos conventillos destinados para vivienda para familias de pocos recursos. Denominado como Barrio Sur, este barrio contrastó con la zona Norte (San Nicolás y Retiro) ya que este último se transformó en el centro financiero de la Ciudad y San Telmo, con sus construcciones coloniales, quedó estancado en el tiempo, con numerosos conventillos. En 1979 el proyecto del distrito U.24 determinó un área de 120 manzanas del barrio deberían mantener intactas su fachada conservando así la arquitectura típica colonial. En las últimas décadas y gracias al turismo, esta zona se ha transformado en un lugar imperdible para todo visitante, el cual ha revalorizado el valor de los comercios y casas antiguas.
Entre los hitos más importantes de San Telmo podemos mencionar la plaza Dorrego, el parque Lezama, el Museo Histórico nacional, el Mercado de San Telmo, la parroquia de San Pedro Telmo, La Iglesia Ortodoxa Rusa, la Iglesia Dinamarquesa y el Museo de Arte Moderno.
Aunque en su mayor parte San Telmo es una zona residencial, gracias a su cercanía con el microcentro porteño, existen gran cantidad de oficinas y negocios. San Telmo se caracteriza por sus edificios antiguos, varios con valor histórico.
La clave en la administración de consorcios en San Telmo se caracteriza por la inmediatez y la eficiencia en la prestación de servicios, agilidad de servicios online, facilidades para la administración, consultas y pagos.
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En la Ciudad de Buenos Aires hay más de 500 torres. Vivir en ellas tiene muchos beneficios, ya que ofrecen servicios que brindan un mejor estilo de vida. Los espacios comunes contribuyen a la sociabilización pero también pueden generar importantes conflictos con respecto a su uso. En estos casos resulta imprescindible la figura del administrador del consorcio para mediar y hacer reconocer por parte de los copropietarios las reglas existentes.
Los robos a departamentos crecen cada vez más. Aunque en general, se realizan cuando las unidades están vacías, también se producen cuando sus habitantes están en ellos. Sentirse seguro y confiado en la propia casa es esencial para tener una buena calidad de vida. Para ello es importante que el Consorcio tenga una mirada global sobre las normas a seguir para minimizarlos.
Vivir con mascotas en un departamento es una responsabilidad. La ley obliga a los vecinos a soportar los ruidos sólo hasta el límite normal de tolerancia. La Ley 13512, de Propiedad Horizontal, aclara la prohibición por parte de cualquier ocupante de “perturbar a los vecinos con ruidos molestos o alterar su tranquilidad en forma concreta”. Y es, específicamente, el Reglamento de Copropiedad el que regula las relaciones entre los vecinos del consorcio.